domingo, 29 de junio de 2008

29/06/2008 Canción y frase del día

Canción del día:


Hoobastank - The Reason (The Reason, 2004)

Frase / conversación del día:

- Tengo un cumplido realmente estupendo para tí, y es cierto...
- Me da pánico que vayas a decir algo horrible.
- No seas pesimista, no es tu estilo. Muy bien, allá voy. Está claro que es un error...
Tengo una ... dolencia ... mi médico, un psiquiatra al que solía ir contínuamente, dice que en el 50 o 60 % de los casos, una pastilla ayuda mucho. Yo las odio. Son muy peligrosas, un odio. Aquí utilizo la palabra odio para las pastillas: un odio. Y mi cumplido es que aquella noche, cuando viniste a casa y me djisite que nunca te... vale, bien, estabas allí, ya sabes lo que dijiste. Bien, mi cumplido para tí es... que por la mañana empezé a tomar las pastillas.
- No logro captar por qué es un cumplido para mí...
- TÚ HACES QUE QUIERA SER MEJOR PERSONA.
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DE RAZONES, CORAZONES Y CAPARAZONES

Todo es relativo. Relativo al tiempo, relativo al espacio, relativo a la persona... relativo a todo. Y transitorio, también. Aunque no nos lo creemos, o lo creemos pero no lo vemos, o lo vemos pero no lo asumimos. Después de la tormenta siempre llega la calma, pero cada uno vive su tormenta a su manera. Para empezar, porque cada tormenta tiene su propio origen, su propia duración y su propia potencia. Y, por supuesto, porque cada uno tiene su propia forma de afrontarla, y sus razones para hacerlo a su manera. Y todas son correctas y todas son erróneas.
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Es curioso cuando ves a alguien que está en un punto, como mínimo, parecido al que estabas tú hace un tiempo, digamos un año. Cuando se había derrumbado todo el atrezzo que formaba el decorado de la que creías que era tu vida, y te encontraste descolocado y con el interior más oscuro y desordenado que la habitación de la niña de The Ring. De hecho, todos (o casi todos) pasamos por ese punto tarde o temprano. Incluso repetimos. Y todos creíamos, o queríamos creer, que no pasaríamos por ahí, o que no volveríamos a pasar. Con las razones más absurdas para creerlo: que si el amor puede con todo, que si con todo lo que hemos luchado es injusto que no sirva para nada, que si se suponía que éramos la pareja ideal, que si con lo que yo te quería y lo que tú me amabas... ¡Pues no! ¡C'est finit! Ahí tienes tu corazón, coge una escoba y llévate todos los cachitos, que ya no lo quiero. Y si más que pedazos lo tienes hecho polvo, usa el aspirador para el coche que te regalé.

Y te vas. Con lo que queda de tu pobre corazón oxidado metido en la bolsa del aspirador, pensando que a ver dónde encuentras tú ahora un pegamento que pueda arreglar ese estropicio, y si podrás dejarlo todo como estaba, o quedarán fisuras que hagan que no sea tan bonito como antes. Pero como la naturaleza es sabia, empieza conviertiendo esa bolsica en un caparazón, como los de los gusanos de seda. Y, sin que tú te des cuenca, los restos de lo que antes era tu corazón, se van arrejuntando solos, para crear uno nuevo, más grande, más potente, más resistente y más rojo. Completamente sano. Y con cicatrices, sí (como temías). Pero que no son puntos débiles, sino refuerzos.
- ¿Y tardará mucho?
- Pues depende, no te preocupes, déjale curarse a su ritmo.
- ¿ Y cómo sabré que ya está curado?
- Lo sabrás y punto.
- ¿Y qué pasa con el caparazón?
- Ya se romperá cuando tenga que romperse.
- ¿Y si se rompe antes?
- No te preocupes, lo mismo aparece alguien que te lo rompe, y te ayuda a curarte mejor. Déjate llevar, que la vida son 2 días y no es cuestión de pasartelos sufriendo.
- ¿Y si no? ¿Y si vuelve a salir mal?
- Pues ya te saldrá otro caparazón más resistente aún, y vuelta a empezar...
- Es que yo no quiero volver a caerme.
- Pues es lo que hay. Sin riesgo no hay emoción, y sin emoción no hay vida. Pero vale la pena arriesgarse. Nos ha jodío si vale la pena...
- Y mientras tanto, ¿qué hago?
- Nada. Limítate a vivir, que no es poco.
- Es que me paso el día preguntándome por qué no ha funcionado, por qué ya no me quiere, por qué se ha curado antes que yo, por qué se ha estropeado todo, por qué los demás son felices y yo no...
- Yo también me hacía esas preguntas. Hasta que una gran amiga llamada Cristina me dió un consejo: cuando te vengan los dichosos "porqués" a la cabeza, oblígate a pensar en otra cosa. Es absurdo que te martirices con tantos "porqués", porque lo único que conseguirás será pasarlo mal, y no llegarás a ningún sitio. Total, ¿para qué? Para nada. No encontrarás respuestas, y aunque las encuentres... tampoco servirá de nada. Cuando estés en ese punto, lleva tu cabeza a otro sitio, vete a tomar algo con tus amigos, da un abrazo a tus padres y diles que todo va bien, ponte a ver la tele, hazte un sudoku, vete al cine a ver una de risa, llámame a mi, que aquí estoy, que los amigos estamos para eso... Y tenía razón.
- Qué fácil es decirlo. Pero no se si tendré fuerzas...
- No las necesitas. Vienen solas. Sólo es cuestión de tiempo volver a estar al 100%. Algunos tardamos más, algunos tardamos menos. Depende del aguante del corazón de cada uno, y del estado en que le quedó el día del Big Bang. Y aunque en esos momentos no ves la luz al final del túnel, está ahí. Ya llegarás, no hace falta tener prisa. No la busques, no fuerces la máquina, no corras para llegar antes. Pero tampoco te agaches bajo tu caparazón a esperar con los ojos cerrados, las orejas tapadas y tarareando canciones tontas para aislarte del mundo. Porque si corres, tal vez aparezca una falsa luz y te caigas por un hueco de ventilación del túnel. Y si te escondes bajo tu caparazón, tal vez la luz llegue antes de lo que esperabas, y no la veas pasar, y te pierdas la oportunidad de tu vida.
- Qué difícil...
- Nadie dijo que fuera fácil. Por eso mismo, no lo compliques más aún. Vive el día a día, y aprovecha el cariño que te ofrecen los tuyos. Como canta Rosendo: "mientras tanto, ya lo ves, seguiremos esperando. Mientras tanto, ya lo ves, ¿qué es lo que podemos hacer?"
- ¿Funciona?
- A mí me ha funcionado.

Así que aquí estamos. He tardado como un año en pasar del lado preguntón al lado sabelotodo. Un año más viejo, pero un siglo más sabio y más fuerte. Y es verdad, hay cosas que, por mucho que te las digan, no las crees, o las crees pero no las ves, o las ves pero no las asumes. Como el final del túnel. Pero todos acabamos saliendo de ahí tarde o temprano. Si queremos, todos. ¿Y ahora qué? Ahora a seguir viviendo, que no es poco. Hoy puede ser un gran día, duro con él...


domingo, 22 de junio de 2008

22/06/2008 Canción y frase del día

Canción del día:


Héroes del Silencio - La Chispa Adecuada (Avalancha, 1995)

Frase / conversación del día:
Peter: Oye, Mort, ¿no tienes supositorios con sabor a fresa?
Mort Goldman: ¡Por Dios, Peter! ¿te los estás comiendo?
Peter: No, me los meto por el culo... ¡pues claro que me los estoy comiendo!

(Peter Griffin, "Padre de Familia")

SI ME ACUERDO, ES QUE ES MENTIRA

Otro domingo más de relax. Otro domingo navegando por la web, esta vez saltando de blog en blog, curioseando las inquietudes de la gente. Como son muchos blogs de mucha gente con muchas inquietudes, si los intentara leer todos no acabaría nunca. Así que me limito a leer la última entrada de un blog y otra entrada al azar entre su historial, y luego busco entre sus links a otros blogs, elijo uno a ver qué me encuentro, y así vuelve a empezar el ciclo. ¿Qué busco? No lo sé. Como dicen en las películas, "cuando pase, lo sabrás".

[Flashback de 7 años: Media Markt, sección de discos. Equipo titular formado por Miriam, Carol, Pilar, Laia, Adrián y Rubén, con Lindo a la cabeza. Se acaba la música, y nadie sabe qué poner. "Ahora vengo", decía en esos casos Adrián. Se paseaba por la sección, y aparecía con un par de discos de autores que ninguno - ni siquiera él - sabíamos ni que existían, y que había escogido porque "me dan buenas vibraciones". Los poníamos... y salían cosas realmente extraordinarias. Cuando Adri se fué, le tomé el relevo... pero no tenía tanta suerte (o tan buen gusto).]

Volvemos al presente. Lo encontré. Como no he dejado un caminito de migas de pan cibernético a mi paso, no sabría rehacer el camino que he seguido hasta este blog, de un tal Gambito. En la entrada elegida al azar (20 de abril), leo: "Aprender, sobre todo, a desconfiar de la memoria. Lo que creemos recordar es por completo ajeno y diferente a lo que en verdad sucedió. Cuántos momentos de un irritante y penoso hastío nos los devuelve la memoria, años después, como episodios de una espléndida felicidad. La nostalgia es la mentira gracias a la cual nos acercamos más pronto a la muerte. Vivir sin recordar sería, tal vez, el secreto de los dioses."(La nieve del Almirante).

Lo más curioso es que hoy, al despertarme, esa idea había sido precisamente lo primero que me había venido a la cabeza. Como en una premonición de que hoy lo leería. Como cuando (hace tiempo que no me pasa), se dibuja en mis pensamientos el recuerdo de una persona de mi pasado al azar, sin ninguna lógica ni motivo aparente, y en menos de 24 horas esa persona llama, o escribe, o me la encuentro en el sitio más inesperado. Una situación demasiado recurrente para que considere que son simples casualidades, y demasiado aleatoria para que me crea "especial" por ello. Lo único que tengo claro es que con Angelina Jolie no funciona.




Pues sí, efectivamente, la memoria es caprichosa. Hace poco leí que a pesar de eso que nos dicen a menudo de que el cuerpo humano es tan maravilloso, y que nuestro cerebro es tan potente... resulta que el cerebro no es tan perfecto como creemos, y no guarda los recuerdos al completo. Es más, cuando recordamos algo, no sólo faltan trozos, sino que esa maravillosa máquina que tenemos bajo el cráneo es muy orgullosa y no quiere reconocerlo, así que lo que no sabe, se lo inventa. Y cuantas más veces recordamos algo, más lo cambiamos. Pues vaya gracia.
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Tampoco es cuestión de ahora poner en duda todo nuestro pasado. Esto no es Matrix... creo. Pero ya no podré ser tan rotundo cuando alguien explica una anécdota del pasado y yo la recuerdo distinta. Porque ahora está claro que no es que uno de los 2 se equivoque. Es que nos equivocamos los 2. (¡Pero seguro que él más!) Y tal vez deberíamos cambiar frases del tipo "espera que piense, que no me acuerdo..." por "espera que piense, que ahora me lo invento..." De hecho, si pensamos en el mismo recuerdo durante mucho tiempo y en repetidas ocasiones, lo mismo hasta sacamos un buen guión para vender en Hollywood.
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Incluso ahora entiendo cuando alguien cuenta algo que cuando pasó no estaba, como si hubiera sido prácticamente el principal protagonista. Es más, creo que hasta a mí mismo me pasa. Tengo recuerdos de la infancia, que como se hablan en todas la reuniones familiares, ya no se si me acuerdo, o me he hecho mi historia en la cabeza juntando todas las versiones de los que lo cuentan.
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Claro que siempe hay excepciones, momentos que te marcan tanto, que son tan trascendentales en tu vida y en la construcción de tu personalidad, que el recuerdo permanece imperturbable en tu memoria, y si luego lo ves en vídeo, te das cuenta de que fué exactamente como recordabas. Como la escena del ventilador de Cancún...

viernes, 20 de junio de 2008

20/06/2008 Canción y frase del día

Canción del día:

The Eagles - Hotel California

Frase / conversación del día:
"¿Cómo no me voy a reír? ¡es una fieshhhhta!"
El niño tonto del anuncio de Ausonia

EL AJEDREZ NO ES PARA MÍ

El objetivo es matar al rey. Para ellos, tienes tus 8 peones, que se mueven de una en una y siempre hacia delante, menos para matar, para lo que se mueven en diagonal. Las torres se mueven tantas casillas como quieras y hacia donde quieras, pero siempre en línea recta. Los álfiles lo mismo, pero en diagonal. Los caballos en forma de L, y son los únicos que pueden saltar a las demás piezas. Y la reina, que es la más mejor, hace todos los movimientos, menos los del caballo. Vale, la teoría me la sé. Pero a la práctica...


A la práctica soy más malo que meterte un mentos en la boca y hacer gárgaras con cocacola. ¿Te crees malo al ajedrez? Juega contra mí. Palmo fijo. ¡Si hasta hice ajedrez como actividad extraescolar, y quedé último! Eso sí, conseguí que el campeón me ahogara al rey.

Es que en el ajedrez tienes que conocer bien a tu contrincante, estudiar sus movimientos, saber qué será lo siguiente que hará y anticiparte... ¿cómo voy a saber su próximo movimiento, si no se ni el mío? Yo para mover, sólo soy capaz de concentrarme en que después no me maten a ninguna, o al menos que la que me maten sea lo menos importante posible... y a veces ni en eso estoy atento. ¡Pero si ni siquiera recuerdo cuál fué mi propio último movimiento! Me gustan los juegos, pero en los de estrategia soy un negao. Ajedrez, Damas, Risk... malo en todos. Yo soy bueno al Parchís (y hasta ahí la lío con movimientos geniales), a la Oca, a según qué juegos de cartas, al Pictionary, al Trivial (sé jugar, otra cosa es que acierte las respuestas), y a los videojuegos de matar sin pensar. Y al Scrabble.

Pero esto de la estrategia no es lo mío. Si decido arriesgar, pringo por lanzao. Si soy conservador, me quedo acorralado y sin posibilidades. Por lento. Y eso de conocer al otro, y entender su estrategia... ¡eso sí que me desespera! Cuanto más rebuscados son sus movimientos, más me desoriento, y así acaban siempre mis partidas. Con lo sencillo que sería que todo el mundo jugara a mi estilo: si hago esto, es exclusivamente porque quiero, y creo que es lo mejor. ¿que qué haré luego? ¡Yo que sé! ¡Pero mueve ya, que me van a salir telarañas en los sobacos! Y por favor, movimientos sencillos y directos, no me vengas con "muevo aquí para que creas que voy por ese camino pero realmente lo que quiero hacer es ir por allí". ¡Nooooooooooooooooooo! Y ni se te ocurra hacer estrategias de esas en que dependiendo de lo que yo haga, irás para un lado o otro, hasta hacer que me desoriente del todo y no sepa ni lo que estoy haciendo... ¡Me va a estallar la cabeza de tanto intentar adivinar qué pretendes! ¡SIMPLIFICA! Si es mucho más divertido si lo haces fácil. Como yo hago, o al menos como yo lo intento. Enroca sólo cuando realmente quieras proteger, y arriesga si realmente quieres ganarme, que además verás que es muy fácil. Pero si enrocas, enroca de verdad. Porque si dejas un resquicio en tus defensas para que yo lo vea e intente aprovecharlo, y hacer la partida más amena y divertida, lo tienes claro. Si haces eso, yo, con mi mente simple y binaria, lo único que haré será imitarte y enrocarme yo también. Ataca y deja atacar, verás que es mucho mejor. Al fin y al cabo, estoy deseando ganar, pero si lo haces tú tampoco me parecerá mal. Me da igual quién diga las 2 palabras mágicas que indican que la partida se ha resuelto.
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Vaya paranoia para ser un simple juego... pero es que hace rato que dejé de hablar de ajedrez. ¡JAQUE MATE!


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domingo, 15 de junio de 2008

15/06/2008 Canción y frase del día

Canción del día :

Tom Jones & The Cardigans - Burning Down the House


Frase / conversación del día:
“La economía está en un periodo de desaceleración, no de crisis y menos de recesión”.
José Luís Rodríguez Zapatero (¿cuánto pagas tú de hipoteca, Pepeluís?)

LAZY SUNDAY AFTERNOON

¡PERREA PERREA! Qué grande Chikilicuatre. Cómo se ha quedado con la España más casposa (como decía la canción, mi querida España, esta España nuestra, esta España vuestraaaaa...) y de paso con toda Europa. Y, hablando de perrear, QUÉ GRANDES LAS TARDES DE DOMINGO SIN NADA MÁS QUE HACER QUE PERREAR Y DORMIR COMO UNA MARMOTA CON NARCOLEPSIA.

El domingo es el día del señor, y se supone que se inventó para regargar tus pilas. Hay que recuperarse del cansancio acumulado durante toda la semana, ligeramente incrementado después de una noche más de sábado de "naaadaaaaaaa, cenar, ir a tomar algo, y prontito para casa que mañana quiero levantarme pronto y aprovechar el día. A las 3 en casita..." los güevos tuyos, otra vez has llegado de día a casa. Y otra vez te has levantado a la hora de comer (en el mejor de los casos), sin saber quién eres, de dónde vienes ni a dónde vas - o más bien a dónde irás después de la meadita de buenos días -, y pensando "quién me mandaba a mí salir ayer, con lo bien que habría estado tumbao en mi sofá viendo la tele". Comes, ves tu maratón de Simpson - Futurama - Padre de Familia, y otra vez al sofá o a la piltra, a aprovechar lo que queda del día. Hay quien dice que eso de levantarse a mediodía significa perder toda una mañana de tu vida, un tiempo irrecuperable... Yo lo llamo invertir una mañana en disfrutar soñando. Todo son puntos de vista.

A media tarde, cuando ya has descansado lo suficiente, o eso crees, ya estás esperando a que de un momento a otro vibre el móvil o zumbe el messenger, lo que significa que ya se ha despertado el primero de tus colegas, y toca hacer algo. Y si no, pues tomas tú la iniciativa y empiezas a pervertirlos a todos para ir al cine, a tomar unas cervecicas, o a casa jefe a echar una timba. Todo cosas constructivas.

Pero hay domingos en que no. Hay domingos en que estás tan cansado, que tienes claro que tú no tomarás la iniciativa de ser el primero en llamar. Y, si tuvieras alguna religión en la que confiar, rezarías todo el día para que todos estén igual de cansados y perros que tú, y hagan lo mismo. Si entras en el messenger, lo haces con miedo a que uno de los que estén conectados digan la temida frase de "bueno, esta tarde, ¿qué? habrá que hacer algo, ¿no?" y ya te embarquen, porque, aunque no te apetezca en absoluto salir, no sabes decir que no. Ni sabes, ni realmente quieres. Aunque eres consciente de que te conviene descansar, que mañana empieza otra mañana de otro lunes de otra semana que seguramente acabarás igual que ésta, pero más cansado. Y ya tienes una edad, y hay que ir echando el freno, te dices, seguido de la graciosa pero certera expresión "con lo que yo he sido...".

Hoy ha sido para mí uno de esos domingos sin salir de casa. Y al caer la noche, después de toda una tarde haciendo vida de ameba, orgulloso de mi productividad y mi aportación del día a la historia de la humanidad, he buscado en internet más casos de gente que se aburre en casa. Como ayer me hablaron de Theo Jansen, un señor holandés que demuestra que el arte es algo más que pelarse de frío - a no ser que te llames McBollo, has tenido que leer como mínimo 2 veces la última frase para entenderla, ¿eh? Es lo que tienen los chistes malos...-, me he puesto a buscar cosas suyas, y la verdad es que este señor sí que sabe aprovechar sus domingos muertos:


Vaya tela, la imaginación que tienen algunos, y lo bien que la aprovechan... Yo por mi parte voy a rematar el día cenando algo y viendo programas de divulgación científica y cultura general (Camera Café y Aída).

Eso sí, el domingo que viene me levanto pronto y aprovecho el día. ¡Ah no, que es el puente de Sant Joan! Pues habrá que hacer algo, ¿no?


viernes, 6 de junio de 2008

06/06/2008 Canción y frase del día

Canción del día:

Green Day - Hitchin' a Ride (Nimrod, 1997)

Frase / conversación del día:

"Los descubrimientos siempre se producen por casualidad... si trabajas lo suficiente para provocarla."
Mario Capecchi, Premio Nobel de Medicina 2007

RAINDROPS KEEP FALLING ON MY HEAD

- ¡Y escribe algo!


Eso me dijo el otro día Eva al salir de su bar después de tomarme algo. Pues sí, hace tiempo que no escribo. De hecho ese mismo día, al llegar a casa, motivado por esa frase de despedida, me puse a escribir... pero como no me gustaba lo que salía, ahí se quedó, entre los borradores. Algún día lo publicaré, pero hoy no es ese día. Hoy toca hablar de días de lluvia...
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(INSTRUCCIONES: escuchar la canción mientras se lee la entrada)

El caso es que ayer, al salir de trabajar, pillé una de estas lluvias espontáneas que tanto abundan últimamente. Y me pilló sin paraguas. Cosa normal, teniendo en cuenta que no tengo paraguas. Pero si no tengo, no es porque me los vaya dejando por ahí olvidados, no... Eso me pasaba antes, cuando los usaba. Lo que pasa es que a fuerza de que me hayan pillado tantas lluvias sin paraguas, pues mira, le he cogido el gustillo a eso de andar bajo la lluvia y empapándome. Me siento más vivo al sentir la lluvia mientras camino, aunque sea como la de ayer, que picaba. Me pone hasta de buen humor. Qué tonteria, ya lo sé. Pero hay quien para sentirse vivo necesita tirarse de un puente atado a una cuerda por los pies, o ir a 200 con su moto, o hacerse un tatoo... yo no, yo con caminar bajo la lluvia tengo suficiente. Cosa muy práctica por otro lado, porque ni me atrevería a saltar del puente, ni tengo moto, ni me apetece que me pinchen con una aguja llena de tinta.

Pero, como tenía que ir a la otra punta de Girona City, tuve que coger el coche. Porque una cosa es caminar un rato bajo la lluvia, que me hace sentir vivo y me relaja. Y otra muy distinta es tener que cruzar la ciudad, y hacerlo andando en esas condiciones. Lo primero es propio de una persona rarita... lo segundo es de una persona agilipollada. Y que yo soy rarito empiezo a tenerlo asumido... ¡pero lo otro son palabras mayores!

Lo de conducir por ciudad cuando llueve, ya es otra cosa. Eso ya no relaja tanto. Más bien al contrario. Porque todos sabemos que igual que el alcohol empeora nuestra capacidad para conducir, la lluvia nos hace más "prudentes". Ya sea porque en la autoescuela nos hablaron de un fenómeno muy peligroso llamado acuaplanning, porque cuando llueve la gente se vuelve más perezosa y coge el coche para cualquier cosa (no sea que te mojes los zapatitos y encojan), porque el sonido de la lluvia contra la chapa y el cristal nos embelesa a todos, o simplemente porque los coches son tan modernos que tienen un sensor que limita el motor cuando llueve, conducir lloviendo es una mieeeeeeeeeeeeeeeeerda: La velocidad máxima de los coches pasa a ser de 20 km/h (los más temerarios), para girar todo el mundo frena completamente el coche, no sea que patine, y para el coche de delante tuyo, ese que va más lento que un caracol deshidratado, los cruces e intersecciones en que él (y luego tú) tiene preferencia se convierten en cedas, los cedas se convierten en stops, los stops en semáforos en rojo, y los semáforos en rojo, al ponerse en verde, le avisan a él 10 segundos más tarde que a tí.

Pero ya hace un tiempo que entendí que enfadarse en ese tipo de situaciones sólo sirve para eso, para estar de mal humor, y es mejor intentar sacarles provecho. ¿Para qué? Para nada, simplemente para practicar eso que dicen de que si nuestro kharma, nuestro xi, o lo que sea ese resplandor que se supone que nos rodea, está formado por energía positiva y azul y brillante y maravillosamente maravillosa, atraeremos cosicas buenas y sonreiremos cual pitufillos corriendo desnudos entre la hierba. Y, en cambio, si esa energía es negativa y oscura y fea y neeeeeeeeegra como el carbón, atraeremos más mal rollo y estaremos siempre con peor cara que Rouco Varela el día que se compró el Interviú y se encontró a su sobrina en la portada.

Así que al mal tiempo, buena cara. Puse música (mi cd mp3 de canciones de buen rollito), relajé los músculos, y pensé: "pues ya llegaré". ¡Y funcionó! Vaya que si funcionó. No sólo tardar más de media hora en hacer apenas 3 km. no me puso de mal humor, sino que además entrené un poquito mi empatía y paciencia hacia los demás (tampoco negaré que algún "vamos hijo miiiiiiiiio espabila" dije, pero menos de los habituales), y me lo pasé hasta bien. Incluso, al llegar a la plaça del Lleó, esa en que hay un municipal agazapado, que cuando ve que hay tráfico, aparece y lo congestiona más aún, me lo tomé con buen humor. Debió sorprenderle, viendo a todos los conductores mirándole con mala cara, expresándole su agradecimiento por complicar un poquito más las cosas, verme a mí sonriendo. Y si hubiera podido leerme el pensamiento, lo habría entendido: "anda mira, los municipales son como esos rotuladores mágicos: si se mojan, pasan de azul pitufo a amarillo Lucho de los Lunnis".


Luego aparqué, y en el corto trayecto entre el coche y mi destino, volví a disfrutar caminando bajo la lluvia. Debía parecer tonto, empapándome y sonriendo (pero lo malo no es parecer algo, es serlo). Es una sensación difícil de explicar, sobretodo cuando te reciben extrañados al verte aparecer chorreando y más feliz que to'as las cosas.
- ¿No sabías que llovía cuando has salido?
- Sí, lo sabía perfectamente.
- ¿Te habías dejado el paraguas en casa?
- Tampoco.
- ¿Es que no tienes paraguas?
- No. Ni ganas.

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