domingo, 15 de junio de 2008

LAZY SUNDAY AFTERNOON

¡PERREA PERREA! Qué grande Chikilicuatre. Cómo se ha quedado con la España más casposa (como decía la canción, mi querida España, esta España nuestra, esta España vuestraaaaa...) y de paso con toda Europa. Y, hablando de perrear, QUÉ GRANDES LAS TARDES DE DOMINGO SIN NADA MÁS QUE HACER QUE PERREAR Y DORMIR COMO UNA MARMOTA CON NARCOLEPSIA.

El domingo es el día del señor, y se supone que se inventó para regargar tus pilas. Hay que recuperarse del cansancio acumulado durante toda la semana, ligeramente incrementado después de una noche más de sábado de "naaadaaaaaaa, cenar, ir a tomar algo, y prontito para casa que mañana quiero levantarme pronto y aprovechar el día. A las 3 en casita..." los güevos tuyos, otra vez has llegado de día a casa. Y otra vez te has levantado a la hora de comer (en el mejor de los casos), sin saber quién eres, de dónde vienes ni a dónde vas - o más bien a dónde irás después de la meadita de buenos días -, y pensando "quién me mandaba a mí salir ayer, con lo bien que habría estado tumbao en mi sofá viendo la tele". Comes, ves tu maratón de Simpson - Futurama - Padre de Familia, y otra vez al sofá o a la piltra, a aprovechar lo que queda del día. Hay quien dice que eso de levantarse a mediodía significa perder toda una mañana de tu vida, un tiempo irrecuperable... Yo lo llamo invertir una mañana en disfrutar soñando. Todo son puntos de vista.

A media tarde, cuando ya has descansado lo suficiente, o eso crees, ya estás esperando a que de un momento a otro vibre el móvil o zumbe el messenger, lo que significa que ya se ha despertado el primero de tus colegas, y toca hacer algo. Y si no, pues tomas tú la iniciativa y empiezas a pervertirlos a todos para ir al cine, a tomar unas cervecicas, o a casa jefe a echar una timba. Todo cosas constructivas.

Pero hay domingos en que no. Hay domingos en que estás tan cansado, que tienes claro que tú no tomarás la iniciativa de ser el primero en llamar. Y, si tuvieras alguna religión en la que confiar, rezarías todo el día para que todos estén igual de cansados y perros que tú, y hagan lo mismo. Si entras en el messenger, lo haces con miedo a que uno de los que estén conectados digan la temida frase de "bueno, esta tarde, ¿qué? habrá que hacer algo, ¿no?" y ya te embarquen, porque, aunque no te apetezca en absoluto salir, no sabes decir que no. Ni sabes, ni realmente quieres. Aunque eres consciente de que te conviene descansar, que mañana empieza otra mañana de otro lunes de otra semana que seguramente acabarás igual que ésta, pero más cansado. Y ya tienes una edad, y hay que ir echando el freno, te dices, seguido de la graciosa pero certera expresión "con lo que yo he sido...".

Hoy ha sido para mí uno de esos domingos sin salir de casa. Y al caer la noche, después de toda una tarde haciendo vida de ameba, orgulloso de mi productividad y mi aportación del día a la historia de la humanidad, he buscado en internet más casos de gente que se aburre en casa. Como ayer me hablaron de Theo Jansen, un señor holandés que demuestra que el arte es algo más que pelarse de frío - a no ser que te llames McBollo, has tenido que leer como mínimo 2 veces la última frase para entenderla, ¿eh? Es lo que tienen los chistes malos...-, me he puesto a buscar cosas suyas, y la verdad es que este señor sí que sabe aprovechar sus domingos muertos:


Vaya tela, la imaginación que tienen algunos, y lo bien que la aprovechan... Yo por mi parte voy a rematar el día cenando algo y viendo programas de divulgación científica y cultura general (Camera Café y Aída).

Eso sí, el domingo que viene me levanto pronto y aprovecho el día. ¡Ah no, que es el puente de Sant Joan! Pues habrá que hacer algo, ¿no?


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