lunes, 24 de marzo de 2008

RECARGANDO PILAS EN SEMANA SANTA



¡Ya he vuelto de Casaseca de Campeán!
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Nada como unos días allí para recargar mis pilas, tanto físicas como anímicas. Casaseca es un pequeño pueblecito de Zamora, de unos 100 habitantes (127 en 2006), y en el que nacieron tanto mi padre como mi madre. Lógicamente, allí quien no es familia mía por un lado lo es por el otro, y hay muy pocos que no sean familia, aunque sea lejana. La mayoría, la parte de mi padre (son 12 hermanos), se fué hace años a varias ciudades, como Madrid o Girona, y suele ir allí en fechas como vacaciones de verano, Semana Santa, Navidad... Tanto mis padres como yo y mis hermanos vamos menos, por la distancia, pero cuando voy suelo volver completamente renovado.
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He estado sólo 3 días, ya que el miércoles y el domingo los he utilizado para el viaje, y no he parado quieto ningún día. Las celebraciones más famosas de Semana Santa son en Sevilla, Granada, etc... pero, aunque no he estado en ninguna de ellas, creo que las de Zamora tampoco tienen nada que envidiarles. Tanto en número y calidad de las procesiones (aunque siempre suelo estar demasiado ocupado haciendo rondas por los bares de la ciudad y misteriosamente me las pierdo, pero me consta que están muy bien), como en la fiesta que las rodea (eso sí que lo he comprobado).

No voy a ponerme a contar todo el viaje, porque sería bastante rollo. Se podría resumir en una rutina del tipo: dormir por la mañana - visitar a familiares por la tarde - salir por la noche - dormir por la mañana... etc. En 3 días se hace corto, lo disfruto más en Agosto cuando voy una o dos semanas. Aunque en verano en Zamora no hay tanta fiesta como en Semana Santa, también se está bien, y además son fiestas en varios pueblos, incluido Casaseca. De todas formas, de eso ya hablaré en otro post más adelante (cuando vuelva en Agosto supongo).

No me canso de repetirlo: una de las mejores cosas allí son los precios. Y como siempre digo: sí, ya lo se, allí los sueldos también son menores... pero no 4 veces menores.

Es alucinante cenar en una bodega de El Perdigón o de Corrales, en cantidad y de calidad (al menos para mi gusto, que soy muy de carne), y pagar entre 5 € y 11 € por persona. Invitar a una ronda de cafés a tus primos y que de un billete de 5 € te sobre. Hacer botes comunes al salir y que cada 10 € te den para 3 o 4 rondas de cerveza + pincho, o de cubata (y primeras marcas).

Es entonces cuando te imaginas tu vida allí. Aburrida, muy aburrida, no lo dudo... pero también tranquila y sin el estrés de aquí. Pasas por una immobiliaria, y te paras a mirar precios, por curiosidad. Y te encuentras con que el más caro, al menos en ese escaparate, es un piso de 4 habitaciones, nuevo, en una de las mejores zonas de Zamora, por 150.000 €... y te acuerdas de los 180.000 que acabas de firmar por un piso de 2 habitaciones en un pueblo perdido al lado de Manresa.

Además, en tus visitas a familiares por las tardes, también ves que allí no estarías tan solo... tienes a familia allí. Te sientes querido y apreciado, cosa que también es de agradecer, porque cuando pienso en si me costaría adaptarme a un lugar nuevo, como hicieron mis padres en su día al venir a Girona, siempre pienso que lo más dificil sería empezar a hacer nuevas amistades, un nuevo círculo allí, y esas cosas. Todos los familiares del pueblo son mayores, claro. Pero Madrid, y mis primos más afines (en este caso Rober e Iván), tampoco están lejos... a 2 horas y media en autovía.

Así que el domingo, en el avión de vuelta, una idea un poco abstracta va tomando forma en mi cabeza: ¿porqué no? un par de años solamente. Una recarga al 2000% de pilas. Podría tantear en mi empresa si hay alguna vacante por allí, y podría irme conservando el sueldo (un sueldo de mierda aquí, pero más que digno allí). Claro que sí. Y los fines de semana siempre puedo viajar a Girona, si no todos casi todos, que entre el AVE, Vueling, Ryan air y compañía las distancias son más cortas y menos caras. Sonrío. Me gusta la idea. Y también pueden venir los colegas a verme alli, y hacerles de anfitrión. Se lo pasarían bien allí. Me lo imagino y me gusta más aún.

Pero llego a casa, en Girona, hacia las 8 y media de la tarde. A los 5 minutos, ya estaba con Javi (no tiene mérito, venía conmigo), Uli, Toni y Tere. A los 15 ya se han unido a nosotros Jefe y Anna (abogada solteeeeeeeeeeeera...). A la media hora estamos ya con Marc y Gemma y nos vamos a Platja d'Aro a cenar. Después de cenar, vamos al karaoke (qué bien cantaste jefecillo), y al Tam Tam Bar, donde se nos unen Pepe, Olga, Tete y Toto. "Y yo bolinga bolinga bolinga...", como cantaban los Gabinete Caligari (he puesto el vídeo al final del post).

Si esto fuera un anuncio de la Mastercard, sería más o menos así:

Cenita más cara pero entre amigos en el PBC (Puto Baco de los Cojones):
............................................................. 14,55 €
Cubata en el karaoke:
.............................................................. 9,00 € (como 3 de Zamora)
Cubatas en el Tam Tam:
.............................................................. NS/NC, me invitaron estos cabrones.

Olvidar esas ideas absurdas y ver que dónde voy a estar mejor que aquí:

.............................................................. NO TIENE PRECIO

Así que aquí estamos de vuelta. No ha cambiado nada, y me alegro de ello. Mañana otra vez a trabajar (buff eso sí que será duro), e intentaremos volver esta semana al gimnasio, que me ha llegado el recibo y ya está bien de subvencionarles y no ir. Y el fin de semana, a ver qué nuevas aventuras tenemos...

Me vendría bien ese cambio de aires... pero es que aquí ya he cogido la posturita buena, y en ningún sitio podría estar mejor. Cabrones, con lo que ahorraría allí...







Gabinete Caligari - La culpa fué del Cha cha cha

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